Los tres testigos que iban a declarar desde Rumanía por videoconferencia en el juicio que se celebra en Cuenca contra Sergio Morate por el asesinato de Marina Okarinska y Laura del Hoyo, no han comparecido en los juzgados rumanos a pesar de que habían sido citados hace un mes.

Se trata de Itsvan Horvath y su mujer, Sofía, y del hermano del primero Gabriel Horvath, que no han comparecido a la citación por diferentes razones, según ha explicado al tribunal el magistrado rumano que se había encargado de gestionar la comisión rogatoria para su declaración.

Itsvan no ha comparecido porque se ha ido a trabajar a Alemania y su mujer ha alegado que tiene que cuidar a su hijo pequeño, mientras que Gabriel está en paradero desconocido, ha explicado el magistrado rumano.

Al tratarse de testigos importantes, el tribunal ha acordado pedir a las autoridades rumanas que los busquen para que puedan comparecer en los próximos días de la vista, ya que Morate se refugió en casa de Itsvan y Sofía cuando huyó a Rumanía.

La fiscal Cristina Moruno ha señalado que al ser testigos previamente citados por dos asesinatos interesa que sean conducidos por la fuerza pública a lo largo de los días en los que se van a celebrar las sesiones del juicio.

Asimismo, ha demandado que, en el caso de que no sean encontrados, se proceda a incorporar la declaración que hicieron ante las autoridades rumanas en el sumario y se proceda a su lectura, porque así se ha considerado por parte de la jurisprudencia cuando se ha integrado la Ley Orgánica del Tribunal del Jurado.

A la petición de la fiscal se han adherido las acusaciones particulares de las familias de Marina y Laura y la acusación popular de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha.

El abogado defensor de Morate, José Javier Gómez Cavero, se opuesto a que esas declaraciones sean incorporadas al sumario.

Tras escuchar los argumentos de las partes, el presidente del jurado y de la Audiencia Provincial de Cuenca, José Eduardo Martínez Mediavilla, ha pedido al magistrado rumano que si fuera preciso sean conducidos por la fuerza pública para declarar, en una videoconferencia que se ha fijado para mañana a las 10 horas.