En declaraciones a 'La Mañana del Fin de Semana', Monseñor Antonio Cañizares, estrecho colaborador de Benedicto XVI, ha explicado que estuvo "15 días antes con el Papa" y le vio "muy animado, preguntando por todas las cosas y hablando de futuro". "Estas sorpresas nos producen desconcierto porque no nos hemos situado en la misma perspectiva del Papa", pero "su programa es hacer la voluntad de Dios y es lo que ha hecho desde el principio", "busca el bien de la Iglesia y lo busca delante de Dios". En este sentido, el Cardenal ha afirmado que Benedicto XVI ha creido que "para el bien de la Iglesia se necesitaba Pontífice que abordase la misión de la Iglesia y la evangelización" y precisamente he querido "dar un fuerte impulso a la Iglesia en este año de la Fe". Benedicto XVI ha sido "el Papa de lo esencial". "Y lo esencial de este Papa consiste en subrayar por encima de todo el privado de Dios". "Solo Dios, la adoración, el hombre visto a la luz de Dios", ha afirmado. Según el Cardenal prefecto de la congregación para el Culto Divino, "el gesto del Papa ha sido un despojarse de sí mismo para ponerse en manos de Dios y de la Iglesia. Es una confirmación de mi fe. Este gesto ha sido como el testamento y el resumen de todo el Pontificado de Benedicto XVI". Monseñor Cañizares ha reconocido que le costó muchísimo asumir las palabras de renuncia del Papa porque "cuesta comprender el misterio del silencio al que se va a someter, prácticamente entra en una clausura rigurosísima" y se aparta del mundo "para rezar, estar con Dios y hacer lo único que podemos hacer, ponerlo todo en manos de Dios". Respecto a la necesidad de recuperar un concilio que todavía no se ha desarrollado, Monseñor Cañizares ha señalado que ésta debe ser "la hoja de ruta". "Hay que purificar la Iglesia, la Iglesia debe ser Santa, y él ha llamado a la santidad, a manifestar la Santidad de Dios en medio de los hombres", ha concluido.