Pero su Reino no es de este mundo y sufre violencia y persecución en todos sus hijos, porque el mundo no le ha conocido. Pues si le hubiese reconocido, jamás habría crucificado al Dios de la Gloria. Se trata por ello, de un Reino que ya ha comenzado y que se asemeja a un grano de mostaza o a la levadura que hace fermentar la mas desde el amor de entrega a Dios y a los demás. Esta fiesta fue instituida por el Papa Pío XI el 11 de diciembre de 1925. Antes del Vaticano II se celebraba el último domingo de octubre, pero una vez se llevó a cabo la reforma del calendario se puso el domingo XXXIV y último del Tiempo Ordinario. Así concluye el Ciclo Litúrgico, dando comienzo un Nuevo Año Litúrgico el próximo domingo. Iconografía: Muchas son las representaciones que se han hecho de Cristo Rey. Sobre todo en los "Pantocrátor", en los que aparece como Juez y Señor de todo. Otros Santos: Cecilia, Mauro y Eugenia.