Es una noticia muy positiva la decisión adoptada por el Presidente del Gobierno y el líder de la oposición socialista para llevar tranquilidad a la población tras la crisis de ansiedad suscitada por el primer contagio directo por ébola registrado en nuestro país. Nos encontramos ante una situación que supera los oportunismos políticos y que exige, tanto del Gobierno como de los partidos, la máxima prudencia y la máxima transparencia.Lo importante ahora es poner todos los medios científicos y humanos posibles, que son muchos, para tratar y curar a la enfermera contagiada, Teresa Romero que, por cierto, tiene el valor añadido de haberse presentado voluntaria para atender al enfermo que supuestamente la contagió. Para eso es necesario conocer a fondo todos los detalles que hicieron posible el contagio. Casi todo está por aprender para afrontar esta terrible enfermedad, todavía insuficientemente estudiada. Vamos a ser los primeros europeos en enfrentarnos con esta experiencia, que en definitiva, va a ser vital para toda la comunidad científica y, por supuesto, para la Organización Mundial de la Salud y las autoridades políticas europeas. Cuando se disponga de toda la información exigible, puede que llegue el momento de pedir que se asuman responsabilidades, si es que hubiera lugar a ello. Pero en todo caso hay que confiar en nuestro sistema sanitario, que se ha ganado un merecido prestigio internacional gracias a sus excelentes profesionales.