El Banco Santander logró reducir a la mitad su exposición neta al riesgo inmobiliario en España el año pasado, desde los 24.900 millones de euros que tenía en 2011 a 12.500 millones a cierre de diciembre. Así lo explicó hoy el consejero delegado del Santander, Alfredo Sáenz, durante la presentación ante los analistas de los resultados de 2012, ejercicio en el que el Grupo vio caer sus ganancias netas el 59 % debido al gran esfuerzo realizado en dotación a provisiones precisamente para sanear su riesgo inmobiliario. Según indicó la entidad, su beneficio ordinario ascendió a 5.251 millones de euros, a los que se sumaron los 1.065 millones que obtuvo con la venta de la unidad de Colombia, entre otras operaciones, (6.315 millones en total) a lo que restó los 4.110 millones para sanear el "ladrillo" en España, lo que arroja un resultado neto de 2.205 millones. A cierre de diciembre, la entidad había logrado vender en total 33.500 inmuebles propios y de promotores gracias a una agresiva política de ventas "que continuará este año", dijo Sáenz. Este recorte se realizó reduciendo la cartera de créditos (dudosos, subestándar y resto del saldo vivo del sector) y los inmuebles adjudicados o adquiridos en pago de deuda. El saldo de la cartera de créditos se redujo en 7.575 millones en 2012, hasta 15.867 millones, y el de inmuebles bajó en 714 millones, hasta terminar en 7.838 millones. Además, el banco ha incrementado sustancialmente los saneamientos, de tal manera que el importe del fondo constituido se eleva ya a 11.196 millones de euros, que cubre el 47 % del conjunto de la exposición al sector inmobiliario. Estas dotaciones dejan en 12.509 millones de euros la exposición neta al sector inmobiliario en España, que es prácticamente la mitad que a cierre de 2011.