Jordi Roura ha advertido hoy que "los partidos después de las vacaciones siempre cuestan" y que jugar un derbi contra el Espanyol tiene "una dificultad añadida", por la gran rivalidad que existe entre ambos equipos.El segundo de Tito Vilanova, que hoy fue el encargado de comparecer en una breve rueda de prensa, ha destacado que para el Espanyol, "el cambio de entrenador ha sido beneficioso", pues el equipo lleva cuatro partidos sin perder con Javier Aguirre. Este relevo en el banquillo, según el propio Roura, ha obligado a revisar los últimos encuentros del rival, "ya que él sistema táctico que utilizan ya no es el mismo".La plantilla azulgrana apenas ha tenido cuatro sesiones de entrenamiento desde que regresó de las vacaciones, aunque Roura ha destacado que "todos los jugadores han llegado en perfectas condiciones" y confía en que no noten mañana la falta de competición: "El objetivo es recuperar la dinámica que teníamos antes del parón", ha explicado el asistente de Tito Vilanova quien, pese a no atender a los medios de comunicación, hoy ha vuelto a dirigir el entrenamiento y mañana se sentará en el banquillo contra el Espanyol.En este sentido, Roura ha elegido la fortaleza física y anímica de Vilanova, que ha vuelto al trabajo apenas dos semanas después de ser intervenido, por segunda vez, de un tumor en la glándula parótida: "Tito sorprendió a todo el mundo incorporándose tan pronto. Lógicamente aun tiene que hacer tratamiento, pero está francamente bien, también de espíritu y de forma de ser porque está fantástico y muy animado", ha destacado Roura, quien ha asegurado que este contratiempo no alterará la dinámica del grupo ni la preparación de los partidos.Sobre la diferencia de puntos del Barcelona sobre el resto de equipos, ha asegurado que "Pese a los 16 puntos, sabemos que esto no está hecho. Nuestro trabajo es intentar que no se confíen. Vamos a ir partido a partido. Estos primeros despues de las vacaciones siempre cuestan, pero intentaremos arrancar bien".