Así de positivo se mostraba el gaditano, quien aseguró que "nunca antes había matado toros tan grandes como los que han saltado hoy al ruedo", aunque al final "se han parado más de la cuenta". "Espero volver a Madrid pronto. Me ha encantado saborear esta tarde tan especial y sentir el cariño de la gente. Soy consciente de que esta profesión es una carrera de fondo en la que hay que seguir trabajando y mejorando día a día. Por eso sé que con mi afición y mi amor propio regresaré a cumplir el sueño de triunfar aquí", declaró. El padrino de confirmación de Galván, el linense Curro Díaz, a pesar de no tener su tarde, se marchaba de la plaza con la cabeza alta y mirando ya de reojo a su segunda comparecencia en el ciclo. "Ha sido una de las corridas de toros que merece la pena ver. Los toros se han movido, pero se han venido a abajo muy pronto y no se puede hacer otra cosa que mostrar voluntad, porque torear en Madrid siempre es un privilegio. Así que ahora, a pensar en la otra tarde que me queda a ver si me puedo quitar la espinita", manifestó. Por último, El Fandi fue el más crítico con los toros de La Palmosilla y nada autocrítico consigo mismo: "No ha habido opción. Los toros han aguantado nada más que una tanda y así, sin repetir, sin emoción, en Madrid no sirve de nada. A mí no me han dejado hacer otra cosa que lo que he hecho, pues ha sido imposible desarrollar el toreo que llevo dentro. Otra vez será", finalizó el granadino.