Esta tarde casi 500 asociaciones han convocado una manifestación-concentración a favor de la vida y en contra del aborto. España se ha convertido en uno de los países más abortistas de la Unión Europea y aunque ese drama no sólo se combate con un cambio de la legislación, la modificación de las normas es necesaria. La última reforma de la regulación, impulsada por Zapatero, convierte de hecho el aborto en un derecho subjetivo. La ley de plazos permite, en la práctica, interrumpir el embarazo casi hasta el final. El PP se comprometió a cambiar la regulación  cuando llegase al poder. Pero la iniciativa se retrasa y el Ejecutivo de Rajoy puede estar tentado de dejar las cosas como están. La concentración de esta tarde está convocada por entidades que desde hace años trabajan apoyando a las mujeres que quieren ser madres. Como dijo en su momento el ministro Gallardón el derecho a la maternidad se ve, en no pocas ocasiones, amenazado por las presiones sociales y económicas. La defensa de la cultura de la vida pasa por el apoyo a las madres que quieren serlo. Y por una educación que permita recuperar una evidencia que en nuestra cultura cada vez está más oscurecida: que la vida siempre merece la pena. No conviene dar por descontada esa certeza. Hacen falta razones y afectos que la sostengan.