Valencia (Venezuela), domingo 17 de noviembre de 2013. 3ª de Feria. Tres toros de El Prado, dos de Rancho Grande, uno de La Consolación y otro que abrió plaza para rejones de San José de Bolívar, aceptables de presentación y comportamiento. El rejoneador Francisco Javier Rodríguez, oreja. Enrique Ponce, dos orejas y ovación. Erick Cortés, ovación y ovación. Daniel Luque, ovación tras aviso y dos orejas.Ponce lanceó a su primero con regusto que aplaudieron los tendidos, antes de que Manuel Quinta le metiera buena vara. Sobria faena sobre la diestra, preñada de torería con pases de todas las marcas que hizo sonar el pasodoble. Se perfiló en corto para recetar estocada de efectos fulminantes que premiaron con doble trofeo.A su segundo, lo paró con primorosas verónicas. Recibió tres puyazos de Quinta nuevamente que le dejaron listo para sentencia. La poderosa muleta del valenciano hizo que el toro incierto y mansurrón y con peligro le sacara todo lo que tenia, pero no había más tela que cortar y lo mató de media estocada.Cortés saludó con un manojo de verónicas rematadas con media. Clavó con habilidad dos pares al cuarteo, uno de poder a poder, cerrando con uno "al violín" que aplaudieron. Sobria y asentada faena con largas tandas por el pitón derecho y al natural. Se adornó con molinetes y derechazos antes de finiquitarlo de estocada y descabello.Al sexto de la función lo recibió de rodillas en tablas y le endilgó emotivos muletazos que acusaron los tendidos. Realizó compuesta faena al compás del pasodoble que animó la noche. El toro no se dejaba matar y lo finiquitó de dos pinchazos y estocada.Luque estuvo aseado con la capa, y firme con su sello de torero caro, en el último tercio. Bordó templadas series al son de la banda de música, y se gustó con naturales y redondos que jalearon los tendidos. Se perfiló en corto para dejar estocada y descabellar al segundo intentó. Al que cerró plaza lo recibió con asentados lances, siendo empitonado aparatosamente sin consecuencias que lamentar. Se fue a los medios para plasmar series de naturales, derechazos y torear en redondo, con el pasodoble de cortina. Clavó la espada en la arena, y se adornó con derechazos sin la espada, cambiando de manos, por "luquesinas". Se perfiló para clavar el estoque hasta los gavilanes que lo tiró sin puntilla.Abrió plaza el caballero Rodríguez, quien clavó arriba, a una mano, cuatro farpas que aplaudió la concurrencia. Dos pares de banderillas, y un par de cortas de la rosa, en todo lo alto. Mató de certero rejón de muerte y le premiaron con el primer apéndice de la tarde. La monumental registró más de media entrada para despedir la feria de este año. El espectáculo duró más de tres horas y media. Desde el tercer toro se lidió bajo luz artificial.