Esos silbidos y protestas, dice Jorge Fernández Díaz, "debe entenderse en un contexto de crispación y de temor como está viviendo desde hace tiempo la sociedad francesa, desde los atentados de Charlie Hebdo, después ha habido varios atentados como el de Bataclan, Niza... y la sociedad francesa está atemorizada y una manera de manifestar, exteriorizar ese temor es ir contra el Gobierno, aunque sea injusto porque una amenaza de estas característica y con los lobos solitarios que se radicalizar en dos o tres días es muy díficil de luchar". Por ello recuerda el titular de Interior, que "no podemos poner un policía con cada ciudadano para protegerle ni 24 horas al día" entiende por tanto que "la indignación (de los franceses) que les causa esos atentados hacen buscar un chivo expiatorio en esta ocasión el primer ministro Valls"."No podemos poner un policía a cada ciudadano"