Tal y como cuenta el Evangelio. Al Alborear del Primer día de la semana, Mª Magdalena, Mª de Salomé y Mª la de Santiago, iban tristes hacia el Sepulcro al tiempo que buscaban alguien que les ayudase a correr la losa. Pero al llegar se encuentran que la piedra ha sido corrida y que el Sepulcro está vacío. ¿Por qué buscáis entre los muertos al que vive? ¡El Señor ha Resucitado! Nuestra Pascua Inmolada ¡Aleluya!¡Es Cristo el Señor! ¡Aleluya!¡Aleluya!¡Pascua Sagrada, oh noche bautismal!¡Del seno de las aguas renacemos al Señor!¡Pascua Sagrada, eterna novedad!¡Dejad al hombre viejo!¡Revestíos del Señor!¡La muerte derrotada ha perdido su aguijón!¡Vivamos la alegría dada luz en el dolor! Así tenía que cumplirse para bien del género humano y salvación de todos. Durante todos estos ochos primeros días, se celebra la Octava de Pascua, hasta el Domingo 27, porque al ser la Fiesta más importante en el calendario cristiano, toda la semana se vive como si fuese el propio Domingo de Resurrección. El hallazgo del Sepulcro vacío y las apariciones del Resucitado a los Apóstoles son las pruebas fidedignas de que en Él se cumplen las Escrituras que habían hablado de cómo debía morir para resucitar a los tres días y así pagar la deuda de Adán. Iconografía: Muchas osn las representaciones plásticas del Resucitado en todos los ámbitos del arte sacro, tanto en pintura como en escultura. Los artistas han recreado a Cristo saliendo del Sepulcro y sus apariciones a los Once. La tradición popular representa también las procesiones del Encuentro entre Cristo y su Madre.