“Hay una mutación genética que ha permitido saber que tiene descendientes”, explica en La Mañana el experto en ciencia, Jorge Alcalde. “Comparten esa mutación en el cromosoma Y, muy propio de la gente que vive en la zona”.
Las pesquisas para encontrarles parecen a priori sencillas. “Los científicos han buscado voluntarios que viven por los alrededores de los Alpes y les han tomado muestras de sangre”.
Este hallazgo evidencia varias cosas. "Esa mutación sigue en la población europea”, explica. Además, gracias a este estudio que ha sido publicado en Nature Communications, también se sabe que se perpetúan otros rasgos de entonces. “Sufría problemas cardiovasculares, era intolerante a la lactosa, tenia caries y muchos dolores articulares. Además tenía tatuajes. Se especula que eran intentos para quitarse el dolor articular, tipo acupuntura”, explica Jorge Alcalde.
De todas maneras aclara, “que tengan esa mutación quiere decir que forman parte de su familia pero no que sean descendientes directos”. “Podrían ser hijos de un hermano”, aclara el también director de Quo.
Ötzi, comía carne de cabra y a juzgar por las reconstrucciones, “era un anciano de 45 años”.
Escucha AQUÍ a Jorge Alcalde