A pesar de las dificultades objetivas que presenta el momento histórico que nos toca vivir, no podemos sucumbir al pesimismo ni dejarnos robar la esperanza. El Cardenal Blázquez ha estructurado su discurso inaugural de la Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Española sobre esta idea, invitándonos, en estos tiempos recios, a ser claros y firmes en la fe personal.El Cardenal Blázquez ha hablado del Año de la Vida Consagrada, del V Centenario del Nacimiento de Santa Teresa de Jesús, de la crisis y la situación actual de España, y se ha detenido finalmente en dos dramas contemporáneos que golpean la vida y la misión de la Iglesia. Se trata del fenómeno de la inmigración, desgraciadamente tan de actualidad en estos días, y de la persecución de los cristianos en el mundo. La Conferencia Episcopal, además de solidarizarse y pedir que sigamos rezando por los hermanos que sufren persecución, ha anunciado que hará entrega de 250.000 euros para los cristianos perseguidos en Siria e Irak. Es mucho más que un gesto; es una invitación expresa a que, cada uno dentro de nuestras posibilidades, colaboremos en la solución de esta tragedia, siendo verdaderos testigos del amor de Dios en medio de un mundo que sufre.