"Eso de ser la primera en algo siempre llama mucho la atención. Tendré 40 personas a mi cargo en un hospital que ha sido mejorado" explica la Teniente Coronel.Ana Betegón comenzo en la Brigada Acorazada con base en El Goloso, y supo aguantar y estudiar medicina antes de ingresar en el Ejército, su verdadera vocación y vida, su marido también es Teniente Coronel y sus dos hijas quieren ingresar en las Fuerzas Armadas cuando terminen sus carreras, una, veterinaria como el padre y la otra, ya está en cuarto en la Academia Militar en infantería.El hospital de Herat que se creó en 2005, ha atendido a más de 30.000 personas, "tenemos equipo quirúrgico, intensivistas, traumatólogos, médicos de familia, psicólogos, estomátolos, e incluso hacemos videoconferencias con el Gómez Ulla y operamos todos los días porque tenemos dos muy buenos quirófanos y muy buenos cirujanos", es un hospital al que asisten muchas mujeres afganas, "las mujeres en Afganistán son un cero a la izquierda, aunque se ha notado cierta apertura de las mujeres hacía nuestras personas ya pueden ser atendidas por médicos hombres. Han comprendido el riesgo/beneficio"."Atender a los compañeros heridos, no se olvida, sobre todo a los soldados muertos. La experiencia que más me impactó fué cuando un convoy español piso un Idey una bomba colocada en el suelo que no se detecta. Hubo seis heridos, uno de ellos murió tuve que ir con el helicoptero para hacer la estabilización, y no pudimos hacer gran cosa", este atentado sucedió en octubre de 2009 tal y como recuerda la teniente coronel Betegón. "Todos los muertos que he recogido tanto españoles, como americanos como afganos dejan mella en una".La misión no va a ser tan larga como antes,"vamos menos tiempo, la sanidad vamos menos tiempo, vamos más veces pero menos tiempo"."El pegarte 95 días tirada en una tienda de campaña en medio de Afganistán, tomando raciones de previsión, armada hasta los dientes, sabes que si sales fuera te pueden pegar un tiro, no es plato de buen gusto y te tiene que gustar mucho lo que haces" concluye la teniente coronel Betegón que recuerda que algo está cambiando entre la población afgana que "aún te miran con una cara de asco y odio por ser mujer"."Te miran con cara, entre asco y odio, por ser mujer"