Carmen Lozano tiene Sensibilidad Química Múltiple, un infierno que la llevó de Ciudad Real hasta Cataluña para ser atendida por expertos.

Hizo un viaje de 1.400 kilómetros en dos días, con la dificultad que conlleva viajar en su situación. Una vez allí, después de dos años de espera para obtener la cita, el doctor le expone su diagnóstico y el posible tratamiento.

Sin embargo, antes de terminar la consulta, el doctor le hace a la paciente una breve disertación independentista que nada tenía que ver con su tratamiento. Carmen Lozano explica en La Mañana de Ángel Expósito que no salía de su asombro cuando el médico del Hospital Clinic le dice que "como catalán que es, quiere la independencia y que estaba cansado de atender a otros pacientes de otras comunidades que no fueran catalanes". 

Ante esta declaración ofensiva, en cualquier caso, Carmen Lozano expresa que se sintió impotente. Pero ahí no acabó todo. El médico se puso en pie y le aclaró aún más su perspectiva "me enseñó un mapa con colores donde delimitaba a los enfermos que podía atender y a los que no".

Tras la consulta médica -y la independentista gratuita-  Carmen Lozano decidió hacer público este hecho y llevarlo ante el Defensor del Pueblo, ya que el propio médico le avisó de que a partir de entonces derivarían su caso al hospital de origen, en Ciudad Real. Es decir, que el procedimiento de su enfermedad debía volver al principio de sus trámites lo que se traduce en otros dos o tres años de espera para la paciente afectada. 


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