La sede de Vinaròs, en la iglesia Arciprestal, recibía ayer la visita de 613 personas. En total, las cuatro sedes registraban la visita de 1.400 personas. A falta de cerrar datos definitivos por parte de La Luz de las Imágenes, se calcula que, desde su inauguración en diciembre de 2013, más de 100.000 personas han pasado por las cuatro sedes de la muestra, de las que 40.000 han visitado la sede de Vinaròs. Esta iniciativa de la Generalitat Valenciana ha supuesto la restauración y puesta en valor de la iglesia Arciprestal de Vinaròs -con importantes acciones, como el hallazgo y recuperación de las pinturas de arquitectura fingida en las fachadas exteriores- y ha permitido contemplar y admirar piezas artísticas clave del Renacimiento y el Barroco, muy ligadas a autores del Baix Maestrat.   El acto oficial de clausura contaba con la presencia de miembros de la corporación municipal, la gerente de la Fundación La Luz de las Imágenes, Carmen Quintero y el arcipreste Mosen Emili Vinaixa. Por parte del concejal de Cultura, Lluís Gandia, se insistía en "agradecer a La Luz de las Imágenes los trabajos de restauración realizados, que ha supuesto un revulsivo y marcan un antés y un después en la conservación del patrimonio local. Ha sido el acontecimiento cultural más importante de la Comunitat Valenciana en 2014 y lo hemos vivido en nuestra ciudad".   Carmen Quintero recordaba que esta ha sido la última exposición de La Luz de las Imágenes, tras quince años restaurando patrimonio de la Comunitat Valenciana y agradecía "a todo los profesionales que la han hecho posible y a los cuatro consistorios por su implicación". Además, calificaba como "el mejor regalo que nos podían hacer" la obra musical dedicada a La Luz de las Imágenes estrenada el sábado por la Sociedad Musical La Alianza y explicaba que "dentro de 200 años, cuando se tengan que volver a restaurar las iglesias, esta música seguirá sonando y será testimonio del trabajo que se ha desarrollado aquí".   Por su parte, Mosen Emili Vinaixa expresaba "nuestro gozo por la restauración del templo, muy deseada por los vinarocenses durante décadas y que nosotros hemos tenido la suerte de ver y disfrutar". Además, recordaba que "muy pronto, el templo recuperará su ritmo normal de misas y acontecimientos". El acto finalizaba con el toque de campanas al vuelo y el cierre de puertas desde el interior del templo, simbolizando así la clausura de la exposición.