La Guardia Civil ha localizado ilesos a un vecino de Zaragoza de 72 años y a sus dos nietos, de 13 y 15, que se encontraban desaparecidos desde ayer en el valle de Benasque (Huesca) mientras realizaban una travesía en dirección a la cima del pico Estibafreda. Fuentes del instituto armado han informadoque el abuelo y sus dos nietos han sido localizados sobre las 14.40 horas en una zona boscosa próxima al barranco de Tuya Royero, a unos 2.100 metros de altitud. Los tres se encontraban ilesos después de permanecer toda la noche refugiados entre árboles y matorrales, aunque el adulto mostraba síntomas de agotamiento físico. El abuelo y sus nietos salieron a primera hora de la mañana de ayer del hotel de Cerler en el que estaban alojados con la intención de ascender al pico Estibafreda y de regresar al establecimiento a media tarde. Al no regresar a la hora prevista, y ante la fuerte tormenta que se había desatado en la zona por la que los tres montañeros tenían previsto realizar la travesía, desde el hotel se alertó a la Guardia Civil de su desaparición. Las labores de búsqueda, en las que tomó parte el helicóptero del Cuerpo y patrullas con vehículos, se prolongaron hasta las 22.00 horas de la noche y se suspendieron hasta primeras horas de la mañana de hoy ante la imposibilidad de ver el terreno debido a la oscuridad. En las tareas de búsqueda realizadas hoy han colaborado especialistas en montaña de la Guardia Civil, patrullas terrestres, brigadas municipales de Benasque, miembros de protección civil y voluntarios. Tras ser avistados desde el helicóptero, el abuelo y sus nietos han sido atendidos por los especialistas de la Guardia Civil y conducidos hasta el centro de Salud de Benasque para evaluar su estado físico. Según ha explicado el teniente jefe de las Unidades de Montaña de la Guardia Civil en Huesca, Darío Álvarez De La Cal, los tres montañeros consiguieron hacer cima, pero cuando regresaban al hotel se vieron sorprendidos por la tormenta y una repentina niebla. Ha añadido que el abuelo y sus dos nietos perdieron el camino de regreso y se introdujeron por una zona desconocida de montaña donde les sorprendió la noche. El abuelo, conocedor de la montaña, optó por refugiarse en una zona de árboles y esperar a la mañana siguiente para evitar posibles accidentes por falta de visión. El teniente Álvarez ha destacado que al escuchar el motor del helicóptero, el abuelo y sus dos nietos optaron por permanecer en el sitio donde habían buscado refugio a la espera de ser localizados, en lugar de reiniciar el camino de vuelta.