El representante vaticano en la Conferencia de Alto Nivel de la OSCE sobre no discriminación ha denunciado el aumento de los casos de intolerancia contra los cristianos en Europa. Aquí los cristianos no se juegan la vida por ir a Misa pero encuentran cada vez más restricciones para actuar en público de forma coherente con su fe. El enviado de la Santa Sede citó condenas a prisión de cristianos por expresar puntos de vista relativos a la moral sexual o despidos de personas por negarse a actuar contra su conciencia. Además la Santa Sede alerta sobre los ataques y profanaciones de cementerios o lugares sagrados cristianos, que no deben subestimarse como simples actos de vandalismo juvenil. La Iglesia aplaude la firmeza contra las manifestaciones de antisemitismo o islamofobia, pero pide la misma contundencia cuando las víctimas son cristianos. La condición de mayoría de esta comunidad no debe llevar a engaños. Se puede ser mayoría y ser discriminado, según mostró la directora del Obervatorio sobre intolerancia y discriminación contra los crisitianos al presentar un informe que documenta 169 casos de intolerancia en 2012. Algunos son obra de grupos radicales, pero otros  encuentran algún tipo de amparo en leyes de hasta 15 países de la Unión Europea.