Juan Antonio Martínez ha sido uno de los dos mil sacerdotes que han estado presentes esta mañana en este encuentro con Benedicto XVI celebrado en el Aula Pablo VI del Vaticano y nos ha contado en La Tarde de COPE lo que ha vivido. Un encuentro que ha adquirido un significado mayor, ya que ha sido la última vez que Benedicto XVI se reúne con toda su diócesis. Juan Antonio nos contaba las emociones que ha vivido esta mañana 'lo hemos vivido con mucha intensidad, como la que estamos viviendo estos días y sobre todo por el tono de despedida que tenía el acontecimiento que ha sido muy conmovedor y estaban los sentimientos a flore de piel'. Uno de los momentos más emotivos que se han vivido esta mañana ha sido cuando el cardenal vicario de Roma, Agostino Vallini, encargado de presentar el acto ha recordado un episodio que se narra en el libro de los hecho de los Apóstoles en el que cuenta que 'Pablo cuando iba a Jerusalén quiso convocar a todos los sacerdotes para despedirse de ellos porque iba a Jerusalén y sabía que le esperaba la persecución y después el martirio en Roma. En ese encuentro, Pablo les dijo que ya no le volverían a ver más y cuenta el libro que se quedaron afligidos por lo que les había dicho y que se pusieron a llorar'. En ese momento, cuenta José Antonio, 'he levantado la vista y había muchas lágrimas en el ambiente'.'No os voy a dar un discurso sino una charla amigable' nos ha dicho el Papa, y así ha sido, se ha saltado el protocolo y nos ha contado anécdotas de su juventud y nos ha hablado del Concilio del Vaticano II, del que fue perito. Juan Antonio Martínez ha estado presente en los actos funerales de Juan Pablo II, ha vivido con mucha emoción cuando el nombramiento de Benedicto XVI pero para él siempre va a quedar grabado estos dos días que ha vivido en Roma 'sobre todo la misa de ayer cuando tras al clamoroso aplauso que recibió dijo “Gracias, volvamos a la oración”, que resume lo que ha sido la vida de este  hombre que se presentó al mundo diciendo soy un simple y humilde servidor de la viña del Señor. Es lo que ha hecho toda su vida, hacer frente a muchas dificultades y con un trabajo callado'.Por último Juan Antonio recuerda que a partir de ahora 'lo que tenemos que hacer es mirar al futuro, y no olvidarnos de la generosidad y la responsabilidad de este Papa porque ha sido un auténtico maestro de la Fe'.