La imagen la ha publicado el Estado Islámico en una de sus webs y ha tenido un efecto inmediato en Italia. Allí vive Lidia: “A mi niño lo han convertido en un yihadista en Siria”, dice la madre de este pequeño. Su padre se lo llevó un buen día y hasta ahora no había vuelto a saber de él. A través de la madre de su marido sí recibió hace unos meses la noticia de que el hombre había muerto combatiendo en la yihad.El caso de este crío, ISMAIL, es el más extremo conocido hasta ahora entre los “niños de la yihad”. Su imagen nos llega el mismo día que una familia de Ceuta denuncia la desaparición de su hija de 18 años. Se llama RAHMA, se fue de casa hace dos días y las fuerzas de seguridad creen que habría sido captada por los islamistas y ya se encontraría en Siria, el mismo país en el que hace unos meses murió un primo suyo combatiendo junto a los radicales.El destino de RAHMA es el mismo que buscaban dos chicas de 16 y 17 años detenidas este fin de semana en Austria. Las dos habían sido captadas a través de Internet, habían formado parte de una red de reclutamiento, y ambas acababan de dar el paso definitivo: viajaban a Siria para casarse con miembros del Estado Islámico. Afortunadamente pudieron ser detenidas antes de hacerlo.Esta mañana tampoco me quiero olvidar de lo que está pasando en Nigeria. Ayer dos niñas de apenas diez años murieron al estallar los explosivos que llevaban encima. Murieron otras cinco personas. Pero es que el sábado ya pasó lo mismo: otro mercado, otra niña cargada de explosivos y otra masacre: 20 muertos.Los niños siempre han sido las grandes víctimas de la guerra; ahora lo son también de un terrorismo que no entiende de fronteras.Ismail, la historia de otro 'niño de la yihad'