Fernando Alberca, experto en Educación, ha explicado en La Mañana que "en el fondo las rabietas son siempre una mezcla de llamada de atención y necesidad""Una de las formas de llamar la atención es la conducta regresiva, es volverse un poco más pequeños, y esto pasa también en adolescentes y en adultos. Se va enfadando y se va quedando sin recursos y utiliza lo que de pequeños les funcionaba".Según Fernando Alberca, "si el niño casi siempre se porta bien pero un día tiene una pataleta, debemos tener más paciencia porque puede ser que esté muy cansado. No es lo mismo una pataleta por la mañana que por la noche, o puede ser el aviso de una enfermedad. Lo improtante es aprovechar esos momentos para educar muy bien"."Si vemos que la situación es imposible de tolerar podemos ceder siempre y cuando preparemos un contrataque en casa y ahí aprovechamos la ocasion. Si llora debemos ignorar el llanto, y nunca ceder. Lo ideal es que nunca se salga con la suya cuando se porta mal"."Lo importante es que no se salga con la suya cuando se porta mal"