La banda terrorista ETA ha vuelto a hablar mediante un comunicado en el diario pro-etarra GARA. No se trata de dar publicidad a una declaración cuyo fondo y forma resultan demasiado conocidos, sino de seguir desvelando la hoja de ruta de los terroristas. De hecho hablan sin ningún pudor de ella cuando dicen que las recomendaciones del Foro Social, celebrado en Pamplona y Bilbao el pasado mes de marzo, pueden constituir el punto de partida para acordar una hoja de ruta.ETA sigue en la dialéctica del conflicto. Con su cinismo habitual, afirma que ha hecho innumerables esfuerzos por abrir vías de diálogo y avanzar en pos de la solución. Por supuesto, los culpables siempre son los otros; en este caso los gobiernos español y francés, que no habrían dado ninguna respuesta positiva y se habrían obstinado en su actitud de alimentar el conflicto. Las cartas se ponen boca arriba cuando dicen que no haría falta esperar la intervención de los gobiernos a los que critica, sino que debe ser la sociedad la que tome un papel protagonista. Está claro que en esta estrategia la presencia política en las instituciones está siendo un instrumento muy valioso para llevar a cabo sus intereses.Si ETA de verdad quisiera poner punto final a tantos años de crimen y terror, en lugar del consabido comunicado haría uno, verdaderamente novedoso, en el que anunciaría que entrega las armas y que se disuelve definitivamente.