La actuación de la Guardia Civil se inició a raíz de la identificación de un remolque estacionado en la vía pública de la localidad de Altura, el cual se encontraba denunciado como sustraído y tras hacer una inspección de su interior, los agentes observaron varios proyectiles de artillería y alguna granada de mortero. Rápidamente se desplazaron al lugar los especialistas en desactivación de explosivos. Cuando llegaron los guardias civiles comprobaron que se trataba de 5 bombas de artillería de la pasada Guerra Civil, entre ellos 2 proyectiles de artillería de 155 y 75 milímetros, 2 granadas mortero de 75 y 50 milímetros, así como una granada de mano tipo piña. Los especialistas en desactivación de explosivos de la Guardia Civil procedieron a su destrucción controlada.