La Consejería de Agricultura, Pesca y medio Ambiente de la Junta de Andalucía ha puesto en marcha la tercera edición de esta escuela que cuenta con 22 alumnos. Aquí puedes ver el vídeo de las clases.Con la 'Escuela de Pastores' se de revalorizar la figura del pastor, actividad a la que, según los datos de la Junta de Andalucía, se dedican más de 20.000 andaluces y unos 90.000 españoles y que está necesitada de tutelar el relevo generacional.No hay vacaciones, ni siquiera fines de semana, pero ser pastor se ha convertido en una opción de vida para los hombres y mujeres que asisten a los cursos de la Escuela de Pastores de Andalucía, una iniciativa que pretende mantener viva una tradición que busca su futuro.Son 22 los alumnos los que han iniciado este jueves este curso en el Parque de Grazalema de Cádiz, que a los largo de 528 horas asistirán a clases teóricas y prácticas de la mano de técnicos y de pastores y ganaderos de la zona para conocer un sinfín de secretos sobre cómo cuidar y mejorar la rentabilidad de una explotación ganadera.En estas clases aprenderá desde cómo reconocer dentro de un rebaño qué oveja es la madre de una cría, a cómo suenan los cencerros cuando una cabra va a parir o cuando se ha metido en algún lío, hasta cómo y cuándo esquilar o cómo hacer quesos.Este año, más de 80 personas aspiraron a seguir el curso, que celebra su tercera edición, pero sólo 22 fueron seleccionadas para participar en esta iniciativa que, además de asegurar el relevo generacional, tiene el objetivo de mantener una profesión muy beneficiosa para la conservación de los espacios naturales y que, entre otras cosas, ayuda a conservar en buen estado los cortafuegos.En esta edición, la Escuela de Pastores de Andalucía se centra en el sector caprino y bovino, y especialmente en dos razas de la Sierra de Grazalema, la oveja merina y la cabra payoya, y en la puesta en valor de los quesos artesanos de la zona, porque los pastores del siglo XXI, por lo general, quieren encargarse del ciclo completo de una actividad que sigue apostando por la supervivencia.