La otra ovación de la tarde la ha recogido desde el tercio Manuel Escribano tras dar muerte al sexto, toro que le permitió al menos "expresar la tauromaquia que llevo dentro""A diferencia de mi primero, que ha tenido calidad pero muy poco fondo, este último si que me ha durado lo suficiente para mostrar las ganas con las que venía a Madrid, dejar algo de mi sello en el albero de Madrid y agarrar una buena estocada en todo lo alto", ha reconocido Escribano a Efe."Me queda otra tarde en San Isidro, pero hasta que llegue me voy con buen sabor de boca, pues, al menos, he dejado mis credenciales de la voluntad y la actitud", ha dicho el torero sevillano.David Fandila "El Fandi" pasó prácticamente desapercibido en la primera de las dos tardes que tiene contratadas en el ciclo; y no hizo apenas nada por culpa de dos toros "tan diferentes como poco aptos"."Mi primero ha tenido una clase extraordinaria, pero no le han acompañado las fuerzas. He intentado hacer todo a su favor, arriesgando en banderillas, donde el animal no se ha definido en ningún momento. El otro ha sido todo lo contrario, siempre entra las rayas y soltando mucho la cara. Pienso que disposición no me faltado pero con este material poco he podido hacer", ha señalado el matador granadino.