En el eurogrupo, reunión de los ministros de economía y de finanzas de la Unión Europea que se celebra en Bruselas, se ha presentado un informe sobre la situación de la economía española. Se recomienda, como estaba previsto, el siguiente tramo de ayuda para los bancos españoles. Pero lo más importante es el examen que se hace de las cuentas públicas. Bruselas estima que España no va a cumplir para este año el objetivo de reducción de déficit y que se va a quedar en el 7 por ciento. El incumplimiento no genera problemas porque en la Comisión se reconoce que España está haciendo los deberes, hay una importante reducción del gasto y un aumento de los ingresos. De momento no se exigen recortes adicionales. Pero se señala que la desviación es consecuencia de las cuentas de la Seguridad Social. Por mucho plan de disciplina fiscal que se haga, el sistema es insostenible si no hay más cotizantes. Habrá que hacer cambios pronto en el sistema de pensiones, pero sin recuperación del empleo nada será sostenible. Caminamos ya hacía cierto equilibrio de las cuentas y están puestas las bases del saneamiento financiero, pero nos falta recuperar una tasa de ocupación aceptable. No es sólo un problema de legislación laboral, es sobre todo, una cuestión de productividad. No podemos competir en el entorno global solamente con salarios bajos.