Las últimas encuestas publicadas reflejan un desgaste de la intención de voto del PP. Por primera vez desde la victoria de Rajoy, un sondeo dice que el partido en el Gobierno no ganaría las elecciones y habría perdido gran parte de los apoyos obtenidos hace tres años. Según esos estudios demoscópicos,  parte de esa situación se debe a la decisión tomada por Mariano Rajoy respecto a la nueva regulación del aborto.El Gobierno ha hecho, en lo sustancial, una buena gestión económica, pero ha sido incapaz de comunicar sus logros. La política de ajustes se llevó a cabo sin la adecuada pedagogía. Y la última decisión sobre la reforma del exministro de Justicia Gallardón, ha empeorado, al parecer, su imagen. Entre los votantes del PP hay un grupo importante que considera que la protección de la vida es una prioridad. E incluso  entre los que no piensan así, el partido ha aparecido como una formación sin sólidos principios, sometida al electoralismo de corto plazo. En el PP están convencidos de que la recuperación económica y el miedo a la emergencia de Podemos lo curará todo. Ya se verá, pero de momento no es así. En política conviene cumplir los compromisos electorales y mantener el horizonte ideal.