Ecos de un Julián López 'El Juli' más joven, cuando los tendidos de sol cantaban a coro el 'Juli, Juli' de guerra. Este jueves se volvieron a escuchar, pero con menos intensidad. Lo que no cambió fue la racha del diestro madrileño en esta plaza. El Juli salió a hombros por décima vez del coso pamplonés. Puerta grande a la suficiencia de un Juli que sin terminar de pisar el acelerador consiguió su propósito.La seriedad del segundo venía dada por su pitones aunque faltó mayor remate y expresión al toro de Garcigrande. No se empleó en el caballo y cuando le tocó embestir a la muleta de El Juli lo hizo sin clase ni ritmo. La falta de fuerzas lastraba unos viajes nada claros. El Juli se empeñó en sacarle faena, si bien todo quedó en una sucesión de pases sin sustancia ni mando y un arrimón final que levantó los aplausos de los tendidos. Se tiró a matar Julián de aquella manera para dejar una estocada pasada y tendida que fue suficiente para que el toro cayese. La oreja, barata y el susto para el tercero Fernando Pérez a la hora de apuntillar al toro, que le prendió por pantorrilla afortunadamente sin consecuencias.La oreja que le valió la salida a hombros a El Juli llegó en el quinto, un toro feote de hechuras, largo, altón y ancho de sienes que sin embargo tuvo repetición en sus embestidas. Sin embargo, le faltó un último tranco y ahí radicó el mérito de Julián. Tirar y empujar mucho de mitad del muletazo en adelante. Hubo largura y temple aunque se echó en falta un punto de profundidad y mayor ajuste en los embroques. Faena que siempre mantuvo el nivel de intensidad y que acabó con tintes más populistas antes de un pinchazo y otra estocada trasera que retardó la muerte del animal pero no la petición de la oreja.Serio y con cara de toro viejo salió el primer toro de Domingo Hernández. Se dobló con él Finito de Córdoba en el inicio de faena pero la condición del toro, muy andarina, no hizo que el torero se confiase después. Se notó que la guerra no iba con Juan Serrano, que optó por irse pronto detrás de la espada. Mejoró su imagen Finito con el cinqueño quinto. Un toro con su punto de mansedumbre pero que cuando metía la cara lo hacía con humillación y largura en su embestida. Faena de altibajos, con momentos de buen toreo alternados con otros más movidos. Supo conducir por abajo y aprovechar la inercia del viaje del toro. Pero donde se atascó Finito fue con la espada y con el descabello.Sueltecito de carnes fue el tercero. Toro bajo de casta que se movió sin mucho celo. Talavante planteó una faena basada en las buenas formas, con reunión y temple. Pero al toro le costaba un mundo repetir dos embestidas seguidas, y cuando lo hacía tendía quedarse en las zapatillas. En uno de esos frenazos cazó por el pitón izquierdo al torero extremeño. Milagro que no calase el pitón en la ingle de Talavante. La estocada ayudó a la concesión de otro amable trofeo.Apuntó clase en sus embestidas el sexto. Toro serio y hechurado que permitió a Talavante trenzar un trasteo correcto, templado y de buen trazo pero sin mucha conexión con los tendidos por la escasa chispa que tuvo el toro. Además, Alejandro esta vez no lo vio claro con los aceros. FICHA DEL FESTEJO Pamplona, jueves 10 de julio de 2014. 6ª de Feria. Lleno. Cuatro toros de Domingo Hernández y dos de Garcigrande (2º y 3º), desiguales de presentación y hechuras. Corrida baja de raza pero manejable en distintos grados. Mejores los tres últimos. Finito de Córdoba, pitos y pitos tras dos avisos. El Juli, oreja y dos orejas. Alejandro Talavante, oreja y silencio.