Los restos de Adolfo Suárez han sido recibidos, antes de llegar a la catedral, a la altura de la Escuela Nacional de Policía, donde la Policía Local ha procedido a la escolta del féretro con dos agentes delante y otros dos detrás, acompañados de Policía Nacional y Guardia Civil. A partir de aquí el cortejo fúnebre ha recorrido las calles de la ciudad  pasando por la Avenida Juan Carlos I, el Paseo Don Carmelo, la Avenida de Portugal, Calle San Segundo, hasta llegar finalmente a la Plaza de la Catedral. El teniente de alcalde de Seguridad Ciudadana, José Francisco Hernández Herrero  ha destacado para los micrófonos de Cope Ávila que con este cortejo el ciudadano ha sentido más cerca al expresidente de Gobierno y ha podido rendirle su último homenaje.