De señor a señor, así fue la oda al fútbol que se pudo vivir anoche en La Rosaleda. El Málaga haciéndose grande, ante uno de los equipos más potentes del mundo, si no el que más. Los de Pellegrini demostraron en otra ocasión más que tienen un hueco en el fútbol europeo, y que pese a la eliminación, han demostrado a todo el planeta fútbol que eso de achicarse, no lo tienen por costumbre. El equipo se despide en un partidazo ante el Barcelona, de una competición que estrenaba unos cuartos de final en La Rosaleda. Foso de Martiricos que verá esta temporada muchas cosas nuevas. La capital del sol tuvo la oportunidad de estar en semifinales, hasta que de las botas mágicas de Andrés Iniesta, salió un gol que cerró el partido. El Málaga siempre estuvo ahí. El equipo ya está ejercitándose, con la cabeza bien alta, y una buena noticia. Isco ya está en plena disposición junto a Baptista, y puede que el de Benalmádena sea de la partida en el próximo encuentro de liga ante el Mallorca, al recuperarse de una dolencia en el tobillo que le impedía estar ante el Barça. Una competición menos, aunque nunca es bueno, trae algo positivo. El descanso que sin duda necesita el Málaga llegará tras sólo pensar en dos competiciones. Calendario más relajado y con la mente puesta en Liga y también sin olvidar la fiesta europea de la Champions League.