Según nos cuenta Álvaro Bilbao la gente se ha despertado cansada, desorientada, y es que estos cambios, aunque son pequeños, afectan al cerebro. El primer cambio que nota el cerebro al adelantar la hora o viajar a algún país con otro huso horario es en las "neurohormonas", especialmente en una de ellas la "melatonina", hormona que nos ayuda en la adptación a los ciclos y cambios de estación. Estos cambios que afectan al cerebro son negativos. La gente que madruga lo notará más el lunes, pero hay unos sectores de la población que son más sensibles a estos cambios. Por un lado tenemos a los niños, van a tardar en levantarse y nos costará mucho sacarles de la cama. Las personas mayores también lo van a notar mucho, estarán cansados, desorientados y cambiará su horario de comidas o apetito. Por último, a las personas que tienen ansiedad les costará conciliar el sueño y adaptarse a la rutina del horario.