El ciudadano sirio Osama Abdul Mohsen, acogido en España como refugiado, inicia en la mañana de este jueves, su actividad laboral con el Centro Nacional de Formación de Entrenadores de Fútbol (CENAFE), de Getafe, informó este organismo en un comunicado. Abdul Mohsen y su familia, que aparecieron en los medios de comunicación de todo el mundo después de que una periodista húngara les hiciese una zancadilla mientras huían en un paso fronterizo, llegaron a Madrid el pasado día 16 y en un lapso de nueve días obtuvieron del Gobierno español el permiso de residencia. CENAFE Escuelas, cuyo presidente, Miguel Ángel Galán, propició el viaje de la familia siria a Getafe, agradece al Gobierno en el comunicado la "rapidez y predisposición" en la regularización de Osama Abdul Mohsen y su familia. Según CENAFE, este mediodía -después que el Ayuntamiento getafense colaborase con el empadronamiento y afiliación a la Seguridad Social del grupo familiar, y la escolarización de los dos niños- será firmado en Getafe el contrato que vincula al ciudadano sirio refugiado con la Escuela Nacional de Entrenadores de Fútbol. Las funciones laborales de Abdul Mohsen en Cenafe Escuelas son las de Relaciones Comerciales Internacionales con el mundo árabe, "un puesto que no puede desempeñar ninguno de nuestros empleados españoles, pues es necesario hablar árabe, inglés y castellano", dice el comunicado de CENAFE. CENAFE desmiente en el comunicado unas informaciones "sin fundamento" aparecidas en las redes sociales "intentando vincular a un padre de familia honrado como Ossamah con el grupo Al Nusra", la rama siria del Estado Islámico. "Estas informaciones son falsas y son correa transmisora de un supuesto comunicado de un grupo PYD de Siria que es el brazo protector del régimen dictatorial de Siria y ha sido difundido en España malintencionadamente por la extrema derecha", dice la nota. CENAFE también rechaza un "montaje" realizado en una red social, un "perfil falso" de Ossamah, como han comprobado los servicios de inteligencia españoles y alemanes, dice la entidad getafense. "No entendemos -dice la Escuela de Entrenadores- cómo puede haber personas que inventen cosas para hacer daño a un padre de familia sirio que escapó de la guerra con sus hijos para un futuro mejor; nos parece una ignominia para todos los refugiados".