Respecto a la correspondencia de San Juan Pablo II con la filósofa Tymieniecka y la falsa polémica creada por la BBC, el Papa comentaba a los periodistas en su viaje de vuelta, que conocía esa relación entre los dos y le parecía normal pues «a un hombre que no sabe tener una relación de amistad con una mujer –no hablo de los misóginos, que son enfermos- es un hombre al que le falta algo».  "Juan Pablo II era un hombre inquieto", explicaba el Santo Padre para añadir que "el Papa es un hombre. Tiene necesidad del pensamiento de mujeres y también puede tener una amistad sana. A mí me gusta escuchar la opinión de las mujeres, pues aportan mucha riqueza. Miran las cosas de un modo diferentes", añadía a los periodistas. Para evitar equívocos, precisaba que «una amistad con una mujer no es pecado. En cambio, una relación amorosa con una mujer que no es tu esposa, es pecado ¿entendido?», se preguntaba en alto. «No hemos entendido el bien que las mujeres aportan a la vida del sacerdote en el sentido de consejo, de ayuda, de sana amistad», añadía el Pontífice.