La juventud española experimenta serias dificultades para poder desarrollar un proyecto de vida propio. En el último trimestre de 2016 se ha registrado una caída del 5,26% de la tasa de emancipación en personas de 16 a 29 años respecto al año anterior.

Es decir, sólo 2 de cada 10 jóvenes ha podido abandonar el domicilio familiar para empezar su vida adulta, el dato más bajo desde 2002.

Un informe de la Consejo de la Juventud de España apunta a la temporalidad de los empleos -que afecta al 57% de los jóvenes ocupados- y a los precios de la vivienda. Recuerdan que el 92% de las nuevas contrataciones de menores de 30 años fueron de carácter temporal.

Victor Reloba, vicepresidente y responsable del aérea socioeconómica del Consejo de la Juventud ha señalado que “comprar una casa supone casi el 60% de los  ingresos” de los jóvenes por lo que “sólo el 10% de los que trabaja podría acceder de forma sostenible a una vivienda”.