La misma situación de lo vivido en la tarde de este jueves en Barcelona, un atropello en un lugar muy concurrido y lleno de turista se ha vivido más veces en los últimos meses. La forma habitual en la que actúan los terroristas yihadistas, y se ha visto en Londres, en Berlín, en Niza o en Estcolmo. 

El primero de estos ataques realizados con vehículos se producía en 2014. Un joven canadiense convertido al Islam atropellaba a dos soldados cerca de la ciudad de Montreal. Ya en Europa, el primero se producía en Niza, el 14 de julio del año pasado. En plenas celebraciones de la Fiesta Nacional Francesa, un camión entraba en el Paseo de los Ingleses arrollando a gente a su paso. El autor del atentado, de origen tunecino, era abatido por la policía. Dejó 84 fallecidos y más de un centenar de heridos durante los dos kilómetros que estuvo conduciendo a gran velocidad. El vehículo había sido alquilado dos días antes. El grupo terrorista DAESH asumió la autoría del atentado.

Niza abría la veda de este estilo de atropellos que se realizan, sobre todo, en aéreas metropolitanas de gran afluencia de personas. El 19 de diciembre de 2016, en plenas fechas navideñas, Berlín sufría un atentado de características similares. Un camión irrumpía en un mercado navideño dejando 12 muertos y 48 heridos. El atacante, también tunecino, era abatido cuatro días después en Milán. La suerte quiso que el sistema de frenado automático del camión no dejara más víctimas. Anis Amri, el autor del atropello, había sido expulsado de Túnez.

Otro atentado realizado con un camión se producía en Estocolmo, el pasado 7 de abril, en pleno centro de la capital sueca... En una de las arterias comerciales más importantes de la ciudad. Fallecían 4 personas y 15 resultaban heridas.

Los terroristas empezaban por utilizar camiones para este tipo de atentados pero ahora les vale cualquier tipo de vehículo, como la furgoneta utilizada en Barcelona. En Londres continuaban este tipo de ataques con vehículos más pequeños. La capital británica ha sido, por lo tanto, objetivo de tres. El pasado 22 de marzo un todoterreno atropellaba a varios transeúntes en el puente de Westminster. Muy cerca del Parlamento. Cinco personas fallecían en el ataque. El grupo terrorista DAESH asumía la autoridad. El 3 de junio se producía otro atropello múltiple en el Puente de Londres, al que sucedían varios ataques con arma blanca. Fallecían 7 personas, entre ellas el español, Ignacio Echeverría. El 19 de junio se producía, esta vez, un atentado islamófobo. Un hombre galés embestía con su coche a un grupo de musulmanes.

El último fuera de nuestras fronteras se producía en París, el pasado 9 de agosto. Seis militares resultaban heridos a seis kilómetros del centro de la capital francesa tras ser atropellados por un vehículo. El Ministerio del Interior no lo trató como acto terrorista pero si como deliberado. El autor era un hombre de nacionalidad argelina sin antecedentes policiales ni judiciales. Con todos estos ataques se confirma esta nueva tendencia terrorista de utilizar vehículos como armas.