Se llama Unidad de Trastornos de la Conducta Alimentaria y pertenece al Servicio de Psiquiatría del Hospital Clínico San Carlos. Se puso en marcha el pasado mes de febrero. “Los pacientes eligen el menú, entre tres primeros, tres segundos y dos postres. Una enfermera las ayuda a enfrentarse a la angustia que les supone la comida y una auxiliar vigila que la alimentación llegue a buen término.  No solo pretendemos que coman sino que aprendan a diferenciar los alimentos mas saludables, a comer en un tiempo determinado y a interaccionar con el resto de los pacientes”, explica su principal artífice, la dra. Marina Díaz Marsá.

También se trata de que aprendan a “convivir”. “Al principio cuando comen solo miran al plato. Con el tiempo se convierte en una situación de cierto relax”, explica la doctora que también deja claro que esta terapia es un complemento a otros tratamientos.

La doctora Díaz Marsá reconoce que España ha avanzado en el conocimiento de esta enfermedad aunque aun queda mucho camino por recorrer. “Hasta que la situación no es muy grave se considera como un capricho. Hay que tener en cuenta que además de un conflicto personal también hay una vulnerabilidad biológica que hace que caigan en este problema”.

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