Son doce los días que han pasado desde que nos enteramos de que el actor y presentador Luis Lorenzo fue detenido junto a su mujer Arancha Palomino por, presuntamente, envenenar a su tía Isabel con cadmio y manganeso para hacerse con su herencia. La fallecida, de 85 años de edad, vivía en un pequeño pueblo de Asturias y llamaba todos los días por teléfono a uno de sus hermanos, José, para preguntarle por el estado de salud de Consuelo, su cuñada. Pero toda esta rutina cambió cuando Isabel dejó de llamar y fue trasladada sin su consentimiento a Madrid para estar mejor atendida, según el actor y su mujer, donde, finalmente, acabó muriendo.

La investigación sigue su curso gracias al grupo de homicidios de la Guardia Civil de Tres Cantos de Madrid, quienes no paran de encontrar una gran suma de indicios importantes que podrían llevar a la detención definitiva de ambos, aunque aún faltan por determinar puntos tan importantes como los siguientes: saber dónde se encuentran el cadmio y el manganeso, si existen trazas de los mismos en la casa del matrimonio, etc., siendo lo más importante determinar quién se lo dio y de qué manera.

A medida que pasan los días, continúan surgiendo dudas y testimonios alrededor de lo que sucedió en junio de 2021. Como cada miércoles, Nacho Abad llega a Herrera en COPE para traer la última hora de los crímenes de la crónica negra de la semana. Hoy nuevamente, junto a Carlos Herrera, busca encontrar respuesta a las múltiples incógnitas que resultan del caso de la muerte de Isabel Suárez.

El 28 de junio de 2021, La cuidadora de la octogenaria se levantó de la cama y fue a ver a Isabel. "Observé que estaba fría, pálida, no respiraba". Isabel había fallecido, y la cuidadora procedió a llamar a Arancha Palomino y a Luis Lorenzo, quienes en aquel momento estaban viajando a Asturias.

En aquel momento, ambos se dieron la vuelta y regresaron a su casa de Rivas Vaciamadrid, pero no avisaron a las autoridades médicas hasta cuatro horas después de llegar. Pero, ¿cuál fue el motivo? En una de las llamadas telefónicas, Lorenzo hablaba de que su tía se encontraba en un estado de muerte inminente, a pesar de que ningún médico lo catalogó así.

El 6 de mayo de 2021, llevaron a Isabel por hipotensión en el hospital, y apenas podía hablar correctamente. Su estado empeoró, y el neurólogo recomendó ingresarla en el hospital, cosa que no sucedió. En lugar de ello, y tal y como cuenta el periodista en Herrera en COPE, la llevaron al día siguiente, con el alta voluntaria, a la notaría a firmar unos documentos.

Las preguntas continúan en el aire, y el desconocimiento por conocer alguna de las respuestas se refleja de igual manera. Los familiares directos nunca supieron que Isabel se encontraba tan grave, ¿no tenían derecho a saberlo? ¿Hubo falta de empatía?.