La familia profesional que ‘absorbe’ actualmente a una mayor proporción de los formados en esa rama es la de la industria alimentaria, con un 62,7 por ciento de inserción, a través de cursos como los de ‘Carnicería y elaboración de productos cárnicos’, ‘Manipulador de alimentos’, o ‘Envasado y empaquetado de productos alimentarios’.
En el caso de las actividades físicas y deportivas (62,6 por ciento de contratados), algunos cursos cuya inserción destaca especialmente son los de ‘Socorrismo en instalaciones acuáticas’, ‘Acondicionamiento físico’ o ‘Animación físico-deportiva’. Por su parte, Hostelería y Turismo presenta una inserción del 56,2 por ciento, con cursos como los de ‘Operaciones básicas de cocina’, ‘Servicios de restaurante’ o ‘Sumillería’.
El estudio ha medido la inserción de los 5.708 alumnos que finalizaron una acción formativa del SEF a lo largo de 2017. De esa cifra, un total de 2.602 encontraron un empleo en el tramo de seis meses inmediatamente posteriores a la fecha de conclusión del curso. Por tanto, el estudio ha tenido en cuenta los datos de contratación hasta el primer semestre del presente año.