El Índice de Precios de Consumo (IPC) de la Región de Murcia creció un 1 por ciento el pasado octubre respecto al mes anterior, mientras que su tasa interanual bajó cinco décimas, según datos difundidos este viernes por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

La Región de Murcia registró así el segundo mayor aumento por comunidades, solo inferior al de Extremadura (1,1 por ciento). En lo que va de año, han descendido un 0,7 por ciento en la Región.

Por grupos, los más inflacionistas fueron Vestido y calzado (13,9 por ciento), Alimentos y bebidas no alcohólicas (1,8 por ciento), Medicina (0,5 por ciento), Enseñanza (0,4 por ciento) y Hoteles, cafés y restaurantes (0,2 por ciento).

Por contra, la congelación de precios en Menaje, y el descenso experimentado en Comunicaciones (-3,1 por ciento), Vivienda (-1 por ciento), Transporte y Bebidas alcohólicas y tabaco (ambas con -0,2 por ciento), Otros y Ocio y cultura (ambos con -0,1 por ciento) evitaron una subida mayor de la cesta de la compra murciana en junio.

La Cámara de Comercio valora que los precios siguen en negativo, a pesar de las subidas en vestido y calzado

La Cámara de Comercio de Murcia ha valorado que la subida mensual registrada por los precios regionales durante octubre, un 1 por ciento, "no impide que la tasa interanual del Índice de Precios al Consumo en la Región de Murcia (IPC) siga situándose en negativo por séptimo mes consecutivo, concretamente con un -0,5 por ciento".

Se trata de la misma evolución que siguen los precios nacionales donde una subida mensual del 0,5 por ciento no permite que la tasa interanual salga del terreno negativo (-0,8 por ciento), según informaron de la institución cameral en un comunicado.

El comportamiento mensual de los precios regionales en octubre reflejan fuertes subidas de vestido y calzado (+13,9 por ciento) por la nueva temporada, así como alimentos y bebidas no alcohólicas (+1,8), principalmente por los precios de la fruta. En sentido contrario, comunicaciones desciende un 3,1 por ciento, por los menores precios de la telefonía, junto a vivienda que desciende un 1 por ciento por la bajada de los precios de electricidad y gas.

Por lo tanto, desde el mes de abril el nivel de precios negativos se mantiene por la debilidad de la demanda asociada a la actual crisis provocada por la situación sanitaria, una tendencia que no se daba desde mediados de 2016. "La disminución de los precios mejora el poder adquisitivo de las familias, pero también son un indicador desfavorable para las expectativas de recuperación económica", señala la Cámara.

Por otra parte, la Cámara explica que también hay que tener en cuenta la inflación subyacente, que descuenta los elementos más volátiles de los precios, se sitúa en positivo, concretamente en un +0,6 por ciento, lo que indica que, si la actividad económica logra superar la incertidumbre que genera la actual crisis sanitaria, habrá una mayor demanda y los precios volverán al terreno positivo.