Las Norias de Abarán forman parte del patrimonio más destacado de la localidad homónima ubicada en un meandro del río Segura.

Este tipo de ingeniería fue introducida en la zona por los musulmanes en la época medieval y el municipio de Abarán ha sido fiel a sus tradiciones, continuando con el modo de vida que legaron los antiguos pobladores de la región. Estas norias constituyen, en el pueblo, un importante patrimonio cultural y etnográfico.

Aunque no podemos decir que son las norias originales, pues han sufrido varias reconstrucciones y trabajos de mejora, estas cinco obras de ingeniería hidrológica continúan siendo funcionales a día de hoy desde su construcción original en el siglo XIX. Su función es elevar el agua de los arroyos de la zona y reconducirla hasta las ricas huertas de las inmediaciones.

VISITA A LAS NORIAS DE ABARÁN

Tramo inicial

Partimos de Abarán, bajando por la Avenida de la Constitución hasta llegar al jardín que hay junto al margen izquierdo del río Segura, donde encontraremos la Noria Grande a la derecha.

Recordamos que las norias datan de la época árabe y que se utilizaban, y se siguen utilizando, para elevar el agua a canales más altos y así poder regar tierras en las dos orillas del río.

Por el margen izquierdo del Segura hay un camino que nos lleva entre huertos, disfrutando de una paz y armonía que se respira entre mandarinos, limoneros y el canto de los pájaros. Después de andar unos 600 metros llegamos a la noria de La Hoya de Don García.

Esta noria data de 1818, teniendo un diámetro de 8,20 metros. Está enteramente construida en madera, estando muy bien conservada. Al igual que la Noria Grande toma el agua de la Acequia Principal Blanca, regando unas 233 tahúllas.

Tramo intermedio

Muy cerca de aquí, río arriba, se encuentra el paraje del Menjú.

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Tenemos que retroceder todo el camino andado hasta llegar de nuevo a la Noria Grande y al parque de Abarán. Algo más adelante un par de puentes nos cruzan a la barriada de la Virgen de Oro  y remontamos el margen derecho del río por un camino de tierra que nos lleva a «La Ñorica».

Esta noria es la menor de Abarán (de ahí su nombre), con 5 metros de diámetro. Es metálica, con algún elemento de madera, y saca el agua de la acequia Charrara para llenar una balsa pequeña con la que riega 8 tahúllas del barranco de Chelo y Jacintón.

Tramo final

Nos queda aún por visitar la noria de Candelón, a la que se accede por el camino del mismo margen del río, siguiendo la señalización de P.R. y subiendo por otro camino a la izquierda, entre huertos, en el paraje del Candelón. La noria es metálica y data de 1850, aunque en 1968 se reconstruyó tal y como era la original. Eleva el agua también de la acequia Charrara a una balsa, con la que se riegan unas 15 tahúllas.

 Desde aquí regresamos a Abarán, lugar en donde terminaremos la excursión.