Desde el pasado fin de semana los colegiados de fútbol y fútbol sala de la Región de Murcia no solo llevarán en el bolsillo la tarjeta amarilla y roja para sancionar, ahora también llevarán una blanca para premiar el juego limpio, no sólo para jugadores, sino también para personas del cuerpo técnico y del público. Nos referimos a acciones como dejarse encajar un gol después de marcar uno cuando un rival estaba lesionado o ayudar a un contrario lesionado, o aislar a los increpadores violentos, identificarlos y expulsarlos de las instalaciones, también que algunos padres separen a aficionados. Todas estas acciones serán recogidas en las actas de los partidos con el fin de reconocer al final de cada temporada a los más deportivos. 

La Federación de Fútbol de la Región de Murcia presentó hace unas semanas esta nueva iniciativa lanzada desde el Comité de Antiviolenciaque preside Bartolomé Molino y que ha visto desde su creación hace doce años «cómo la violencia se ha reducido en un 80% en los terrenos de juego. Ha disminuido en un 80 por ciento. Ahora hablamos de casos aislados, antes era una práctica habitual», expuso Molino, quien fue acompañado por José Miguel Monje Carrillo, en el día de la presentación. Otras campañas han quedado atrás y también se han exportado a otras comunidades. Por tanto, ésta será la tercera campaña de juego limpio que ha puesto en marcha esta Federación. En febrero del 2014 se puso en marcha la campaña cuyo lema fue 'Ganamos si todos nos respetamos', dirigida a los jugadores, entrenadores y clubes. Luego Los padres también juegan, y la última del El respeto gana. Ahora llega la 'Tarjeta Blanca' que se ha convertido también en una pionera campaña a nivel nacional y que espera dar sus frutos próximamente, como han hecho las anteriores y que han servido para reducir considerablemente las acciones de violencia en los campos de fútbol y de fútbol sala en la Región de Murcia. 

SÓLO SI ES EXCEPCIONAL

La tarjeta blanca se mostrará ante un hecho excepcional de juego limpio, «entendiéndose que el buen comportamiento, las actitudes cívicas, deportivas y de compañerismo, forman parte del juego y de la conducta normal que se presupone a toda persona que participa en un partido de fútbol o cualquier especialidad del mismo. Por tanto, no son un hecho excepcional y no son motivos para ver una tarjeta blanca», explicaba Bartolomé Molino.

Entre los hechos que pueden ser considerados excepcionales, según los protagonistas, se barajan supuestos en los que jugadores ayudan en una acción con resultados de daño o lesión importante, cuando reconocen que ha habido simulación ante una situación de engaño, al separar o evitar una pelea o al lanzar el balón fuera en una jugada clara de gol cuando un rival está lesionado.

Los técnicos y directivos también podrán ver una blanca si paran o evitan una agresión, si corrigen comportamientos inadecuados o toman las medidas pertinentes para evitar goleadas escandalosas. Los padres y aficionados que presencien un partido también podrán acabar reflejados en el acta arbitral por su buena conducta si, además de evitar broncas y brindarse para ayudar en el caso de lesiones graves, portan, mostrando un comportamiento ejemplar, carteles, banderas o cualquier otro objeto con mensajes de respeto.El árbitro podrá mostrar la tarjeta blanca en cualquier momento durante el desarrollo de un partido, aprovechando un momento en el que el juego se encuentre parado, o al final.

Ha llegado el momento de reconocer por parte de la FFRM a estos equipos que trabajan por encima de todo por el juego limpio, con la acumulación de blancas por hechos que supongan acciones excepcionales en el juego y que llamen la atención por su especiales connotaciones relacionadas con el juego limpio.