Carlos Alcaraz, joven tenista murciano de 17 años que ya lleva 11 días confinado en una habitación del hotel del Melbourne donde está alojado, disputará la próxima semana un torneo ATP 250 previo al Abierto de Australia, primer Grand Slam del año para el que se clasificó en la previa que se disputó en Doha, capital de Catar.

Alcaraz, quien actualmente ocupa el puesto 145 del mundo, ya podrá salir este fin de semana de su habitación para entrenar en una pista y no sólo y en un espacio cerrado como ha venido haciendo desde que puso sus pies en suelo australiano.

El hecho de que el español, junto a otros tenistas, compartiese avión con un pasajero que dio positivo por coronavirus ha motivado que, a pesar de que él diera negativo en las pruebas de la covid, tuviera que cumplir un confinamiento obligado de dos semanas, tal y como estipula el protocolo que se aplica en este país oceánico.

Para preparar de forma más adecuada su debut en el cuadro final de un torneo Grand Slam Alcaraz se ha inscrito en uno de los campeonatos ATP 250 que se celebrarán antes de esa cita en la capital de Victoria.

Así pues, volverá a disputar al menos un partido y lo hará el miércoles 3 de febrero, tres semanas después de su último encuentro, que fue el que ganó en la fase previa del Grand Slam en Doha al boliviano Hugo Dellien Velasco por 2-6 y 3-6 el 13 de enero.

El pupilo de Juan Carlos Ferrero partirá en ese ATP 250 directamente en el cuadro final y está a la espera de conocer rival.

Un día después de su reaparición, el jueves 4, se celebrará el sorteo del Abierto de Australia, campeonato que se disputará del 8 al 21 del próximo mes.