La murciana Ana Carrasco declaró este miércoles, durante la presentación de la Kawasaki Ninja 400 con la que competirá en el Mundial de Supersport 300, que ganó en 2018, "este año no será fácil, eso seguro", tras la lesión vertebral que sufrió el año pasado, que la mantuvo mucho tiempo inactiva y por la que tuvo que ser operada.

"Estoy contenta de poder estar de vuelta. Para mí y para el equipo han sido unos meses y difíciles. Sólo estar aquí es un buen paso", dijo Carrasco, que el pasado mes de septiembre sufrió una doble fractura de vértebras tras caerse durante unos entrenamientos en el circuito de Estoril (Portugal) y que le obligó a pasar por el quirófano.

Carrasco, que presentó su moto en la recta principal del Circuito de Barcelona-Cataluña, agregó: "Creo que la pretemporada ha ido muy bien pese al largo período que he estado parada. Y la llegada de Joan (Lascorz, analista de rendimiento) y Carla (Grau, jefa del equipo) está ayudando al buen funcionamiento".

"Este año no será fácil, eso seguro. Las primeras carreras no serán nada fáciles al volver de una lesión y estar tanto tiempo sin competir. Creo que con este equipo podremos volver a ser competitivos pronto. El objetivo estar cuanto antes en el podio", dijo la piloto murciana del equipo Kawasaki Provec.

El Mundial de Supersport 300 comienza entre el 21 y el 23 de mayo en el Motorland Aragón, en Alcañiz (Teruel).