Agentes de la Policía Local salvaron el lunes la vida a un bebé de dos meses que estuvo a punto de morir atragantado, ha informado el concejal de Seguridad, José Luis Ruiz.
Los padres del bebé llamaron angustiados al 112 pidiendo ayuda y el personal de emergencias avisó a la Policía Local que se trasladó hasta la casa, donde encontraron al bebé amoratado y con dificultades para respirar.
Uno de los agentes practicó al niño la maniobra de Heimlich colocándolo boca abajo en su antebrazo y golpeándole suavemente la espalda hasta que comenzó a expulsar líquidos y sus vías aéreas quedaron despejadas.
Los agentes realizaron esta operación mientras salían con el bebé de la vivienda para acortar el tiempo de intervención ante la llegada de la ambulancia con el personal sanitario.
Tras la valoración clínica, los médicos resolvieron resolvían que el niño se encontraba ya fuera de peligro y la madre tuvo que ser tratada por de una crisis de ansiedad.