"Los que estuvieron en aquella ocasión dicen que está siendo mil veces peor", nos dice Ana. Han pasado la noche en vela y eso que su familia y ella viven en una vivienda con cierta altura y no les ha entrado demasiada agua. El ruido de la tormenta y la virulencia con la que bajaba el agua por la zona de la playa del Espejo han hecho imposible quitar un ojo del exterior después de achicar todo el agua. Les han recomendado no salir, aunque les han ofrecido hacer como con muchos de sus vecinos  y es evacuarles en la lancha. La lluvia volverá a hacer aparición a lo laro del día. Dicen que nunca habían visto una tormenta igual y tal cantidad de agua llegada de las ramblas del Albujón y la de la maraña. Llega el agua de un montón de sitios y se suma a la lluvia intensa que ha caido en la zona. Están incomunicados y muy nerviosos. Temen también por los coches que tenían aparcados en una calle aledaña, aunque lo peor está en la zona del centro del pueblo que es la más propensa a las inundaciones.