El tan ingrato fútbol se guardaba una de las tardes más dulces para el emocionante regreso de la afición al Cartagonova que vivió un partido perfecto. Perfecto el ambiente previo con una entrada escalonada de los seguidores que han debido hacer millones de fotos antes de llorar como niños la victoria que prácticamente deja el objetivo hecho. La afición ha sumado desde el calentamiento, pero la respuesta del equipo de Luis Carrión ha sido simplemente espectacular dejando la tarde en esas de las históricas por el momento, por el rival, por la ejecución y por la emoción.

El guión deparó mucha emoción a pesar de que el Cartagena fue en todo momento a por el partido ante un rival que se jugaba, tenía pocas opciones, el subir de forma directa. Rubén Castro, el ídolo virtual que roza los 40, se hizo de carne ante su gente. Abrió el marcador, pero en Cratagena las cosas no son fáciles y Sadic empató antes del descanso. El canario, ya es leyenda albinegra, pero quiso salir a hombros y marcó nuevamente en el segundo tiempo para el Efesé. Un penalti volvió a igualar la contienda.

Muchos merecían recibir la más dulce amarila tras quitarse la camiseta en el tercer y definitivo gol, pero De Blasis había sumando puntos desde su llegada en el mercado invernal y se vistió de estrella marcando un penalti señalado desde el otras veces ingrato VAR. Despedida a Castro como un héroe con sus 19 goles. Piña final tras aguntar un resultado que deja casi hecho el objetivo de la permanencia que podría incluso llegar mañana. El Mallorca asciende gracias a la victoria albinegra, pero la fiesta del Cartagonova tardará en olvidarse. Lágrimas de alegría en un reencuentro con final feliz.