“Creemos en lo que hacemos”: la fe inquebrantable del técnico del Jimbee Cartagena antes del choque definitivo para estar en la Final

En la antesala del tercer y definitivo asalto de las semifinales por el título de liga, el ambiente es tenso, pero cargado de energía. La eliminatoria se ha convertido en un pulso emocional, físico y mental, donde solo uno puede avanzar a la final. Y el equipo de Cartagena, con su entrenador al frente, no ha perdido la fe. “Estamos creyendo en lo que estamos haciendo”, afirma con convicción. “Este grupo es espectacular. Tiene una fuerza tremenda mental”.

Todavía no han podido completar una sesión de entrenamiento convencional, y eso, lejos de debilitar, ha reforzado la confianza desde dentro. “Ayer nos reunimos todos. Hicimos una sesión de recuperación y algunos entrenaron. Me dio muy buenas sensaciones todo el ambiente”, confesaba el técnico. 

El grupo está unido, consciente de que el reto es mayúsculo, pero también de que las grandes gestas se construyen con convicción. “Jugar un tercer partido en casa, en una semifinal de liga, con opciones de entrar en la final... eso ya lo hemos logrado. Ahora hay que hacerlo bueno”.

El rival no se menosprecia: “Es un equipazo. Juega muy bien al fútbol sala y tiene muchas virtudes. Pero nosotros también”, explica sobre ElPozo. La tensión del ‘todo o nada’ es real. “Es una situación de matar o morir. Entonces, como es matar o morir, hay que matar”, sentencia sin rodeos. Esa crudeza, sin dramatismo, muestra el nivel de compromiso y enfoque con el que el equipo afronta el duelo.

Los análisis del segundo partido, que dejaron sensaciones encontradas, también han fortalecido al grupo. “El vídeo nos ha aclarado muchas cosas. Creo que fue mejor partido de lo que parecía en directo”. El equipo supo competir, crear, pelear cada metro de pista. “Hay que ser más efectivos para obtener más premio. Es lo que siempre hablamos del acierto”.

Y es que en eliminatorias como esta, un pequeño detalle puede marcar la diferencia. “Un gol como el de Gadeia es un acierto tremendo”, recuerda el técnico, aludiendo a la precisión quirúrgica de ciertas acciones. “Necesitamos un gol más que ellos durante el partido. Eso está muy claro”. El fútbol sala se define por matices, y por eso, amplificar las posibilidades de acierto en todas las fases del juego es clave. “Cuanto más abarcas a aciertos, más posibilidad hay de ganar”.

Ganar. Esa es la palabra que lo resume todo. “Lo importante es ganar. Si vas por delante o por detrás, da igual. Al final del partido tienes que estar tú por delante”.

una afición de 10

La conexión con la afición ha sido otro de los motores de este equipo. “Ha sido espectacular. Terminamos el partido con los pelos de punta con la gente ahí cantando, animando... impagable”. Incluso al volver a Cartagena, el recibimiento fue otra dosis de motivación: “Estaban aquí esperando otra vez, animando... eso nos da más fuerza para luchar, trabajar, sufrir”.

Las primeras 3.000 entradas volaron. Ya ha terminado el plazo de reservas para los abonados de la entidad y la cifra está en torno a las cuatro mi entradas vendidas. El lleno está muy cerca después de liberar esas entradas de cara a la cita de este sábado, a las 20.30 horas.

El grupo llega con altibajos físicos y jugadores tocados, pero eso no resta ni una gota de ambición. “Tenemos problemas como siempre, vamos a ver qué pasa en las próximas horas”, dice con cautela, aunque sin perder la dirección. “Tenemos una plantilla amplia y todos están siendo muy útiles. Vamos a utilizarla para conseguir esa clasificación”.

En este deporte, nada se deja al azar. Balón parado, jugadas de estrategia, cinco para cuatro... todo puede ser determinante. “Parece tan simple, pero es tan complejo”, explica. “Varias facetas del juego pueden ser decisivas. Hacer bien cada una de ellas amplía tu red de aciertos”.

El premio está a un partido. Una victoria de distancia. Una decisión de intensidad, precisión y corazón. El sueño está vivo, y el mensaje es claro: creen en lo que hacen, y van a pelear hasta el último segundo para alcanzarlo.