Vox ha pedido a la Mesa del Parlamento Vasco que reconsidere las limitaciones que se han impuesto a su parlamentaria, Amaia Martínez, este pasado jueves para desarrollar su actividad en la Cámara en esta legislatura, al ser la única formación que integra el grupo mixto. La pretensión del partido es llegar hasta el Tribunal Constitucional, tal como ayer aseguró su líder, Santiago Abascal.

Martínez ha trasladado este viernes al órgano rector del Parlamento el escrito de reconsideración (que podía ser planteado en un plazo de cinco días), con el fin de que rectifique su decisión de dar el visto bueno al acuerdo alcanzado entre PNV, EH Bildu, PSE-EE y Elkarrekin Podemos-IU, por que el Vox verá reducido su número de asistentes, los tiempos de intervención y las iniciativas.

De esta forma, contará con un asesor, un tercio de los turnos de intervención y un sexto del volumen de proposiciones, mociones, preguntas e interpelaciones que los grupos llevan a los plenos.

VOX denuncia la "cacicada"

Tras conocer la decisión de la Mesa, respaldada también en Junta de Portavoces, Amaia Martínez, calificó de "cacicada" esta decisión, al suponer, a su juicio, "una vulneración de los derechos políticos de un partido apoyado por miles de vascos".

"Han atacado la idea del pluralismo político, fundamental en una democracia y, además, han vulnerado el derecho fundamental de esta parlamentaria, de mi persona, previsto en el artículo 23.2 de la Constitución Española", aseguró.

Antes de recurrir al TC es necesario presentar escrito de reconsideración ante la Mesa del Parlamento, trámite que ya ha cumplido Vox. Ayer, a través de twitter, Abascal criticó el "cordón sanitario para amordazar" a Amaia Martínez y "eliminar" a su partido. "Las mismas prácticas totalitarias que acompañaban con plomo, pero ahora con el apoyo del PSE", aseguró, para advertir: "Nos veremos en el TC y ante la justicia penal".