Todavía hay muchos que se resisten a ponerse la mascarilla como demuestra el cómputo de infracciones de la medidas de prevención de la covid de los últimos cuatro meses, desde el final del estado de alarma hasta ayer, 15 de octubre, ya que 10.370 de las 15.868 cometidas se debieron a no llevar esta protección obligatoria y 1.115 a un uso inadecuado de la misma.

El vicelehendakari primero y consejero de Seguridad, Josu Erkoreka, ha destacado en el pleno de control del Parlamento vasco la vital importancia de esta actuación de control por parte de la Ertzaintza y las policías locales de Euskadi, que de no existir hubiera disparado aún más la propagación de la pandemia. Ese análisis, ha añadido, también permite ver la "trascendental labor" de ambos cuerpor de seguridad.

A estas infracciones se suman otras 504 (3,1 %) por no usar la mascarilla en el transporte público, de manera que si suman todos los cumplimientos relativos a mascarillas se alcanza la cifra de 12.233, lo que eleva el porcentaje de denuncias por este motivo al 77 % (el Departamento de Seguridad no obstante segrega ambos indicadores).

El botellón causa más de 2.000 multas

Tras la mascarilla la práctica del botellón motivó 2.619 denuncias, también se interpusieron 391 por fumar en espacios públicos a una distancia inferior a dos metros de otra persona y hubo además 286 incumplimientos en locales hosteleros por no mantener la distancia interpersonal o por superar la ocupación máxima de 10 personas.

Por territorios históricos, la mayoría de sanciones, el 56,7 % corresponden a la provincia más poblada, Bizkaia, que concentra 9.005 casos. Le sigue Gipuzkoa, con el 25,3 % de las infracciones (4.027) y Álava con el 17,8 % (2.836).