La Diputación de Álava ha recaudado 2.450 millones de euros en 2019, lo que supone 46 millones más que el año anterior, que ya fue excepcional, y casi 14 millones respecto a lo previsto. Destaca el buen comportamiento del IRPF, que ha crecido un 0,4% pese a los 20 millones que ha supuesto la devolución de las prestaciones maternidad y paternidad. Su incremento unido al de los pagos de autónomos, que crecen un 6,7%, reflejan la mejora del empleo y los salarios. Mientras que la subida del 4% del IVA evidencia la buena marcha del consumo y la economía. También asciende el Impuesto de Sociedades un 5,2% y deja 181 millones de euros en las arcas forales. El diputado general, Ramiro González, ha celebrado el buen resultado de un año fiscal con muchas incertidumbres, como el Brexit o los aranceles de Trump. “Esta recaudación muestra la solidez de la economía alavesa”, ha señalado.

El coste de las carreteras a debate

Sobre la ponencia que se va a crear en las Juntas Generales de Álava para debatir sobre la financiación de las carreteras, ante la elevación de su coste a partir de 2026 cuando la diputación asuma el mantenimiento de la AP-68, González ha asegurado que no hay ninguna fórmula decidida y ha descartado rechazar la competencia de esta vía. El líder del PP alavés, Iñaki Oyarzabal, ya ha avanzado que su formación está en contra de reducir las bonificaciones a los usuarios habituales de las autopistas del territorio. “Pediremos los estudios necesarios para garantizar que la transferencia y la titularidad de la AP68 traiga consigo una bonificación definitiva”, ha advertido. Además de tocar a la baja las bonificaciones otras alternativas serían incrementar el presupuesto, crear impuestos especiales o mantener los peajes en las autopistas. González ha apelado a llevar a cabo “una reflexión compartida”.